Algunos meses más tarde un cliente le escribió a la empresa diciendo, "¡Les interesará saber que he plantado la semilla de mostaza y esta se ha convertido en una planta muy robusta con tomates saludables!"
Hay una línea muy fina entre la fe y la presunción. Todos tenemos "montañas" en nuestras vidas que sólo pueden ser eliminadas con mucha fe y trabajo arduo. La "montaña" puede ser una mala costumbre, un resentimiento sin resolver, una adicción o una persona tóxica en su vida que le está destruyendo. Sabemos que es la voluntad de Dios el que enfrentemos y superemos nuestras "montañas" sin importar lo que estas sean.
A veces, sin embargo, queremos hacer algo para nuestros propios fines y para justificarlo decimos que es la voluntad de Dios, o que Dios nos guía o Dios nos dijo que hiciéramos tal y tal. Cuando hacemos esto, no es fe, sino presunción de fe.
Es cierto, necesitamos fe para hacer lo que Dios quiere que hagamos, pero tenemos que estar seguros de que nuestra fe esta en la semilla correcta.