La realidad es que solo al punto que nosotros seamos hechos enteros podrán nuestro estilo de vida, actitudes, acciones, comportamientos, y nuestras relaciones estar saludables.
Cuando se trata de relaciones — especialmente relaciones románticas — la mayoría de nosotros queremos a alguien quien este saludable y entero que se atraiga a nosotros. Pero a menos de que yo este saludable y entero, una persona saludable y entera no será atraída a mí. (ver enlace: Media Naranja)
Además, en relaciones dos mitades no hacen un entero. Relaciones son como multiplicación: una-mitad multiplicada por una-mitad es igual a un cuarto, mientras un entero multiplicado por un entero es igual a un entero.
Solo personas enteras encuentran relaciones saludables, y solo personas felices hacen relaciones felices.
Ser saludable y entero está disponible a todo aquel que lo quiera. Pero como vimos ayer, solo aquellos quienes verdaderamente quieren ser sanados o hechos enteros — y están dispuestos a pagar el precio — lo serán. La decisión es nuestra. La invitación de Jesús está abierta a todos.
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