¡Gran actitud! Qué diferencia hiciera si nosotros nos sintiéramos de esta manera cuando enfrentamos las montañas en nuestras vidas. La realidad de la vida es que seguido aprendemos más a través de nuestros fracasos que aprendemos de nuestros éxitos. Los éxitos son satisfactorios y son importantes para mantenernos animados. Sin embargo, el fracaso es nuestro mayor maestro. Esto es porque en cada fracaso hay una oportunidad para aprender, crecer, y ser personas más fuertes y mejores. Y esto es lo que Dios quiere para cada uno de nosotros — no ser demasiados duros con nosotros mismos cuando fallamos, ¡pero crecer más fuerte!
Cualquier montaña que este enfrentando en este tiempo de su vida — grande o pequeña — recuerde que Dios allí esta con usted. Si algo es la voluntad de Dios para usted, sabe que con su ayuda usted, también, le puede decir a su montaña, "Me has derrotado una vez y quizás lo hagas otra vez. Pero regresare vez tras vez, y yo venceré porque tu ya no puedes crecer, pero yo sí. Además Dios está a mi lado para ayudarme."
de:
acts@actsweb.org
*NOTA: Actualmente creo que Mt. Everest está creciendo una pequeña fracción cada año, pero la ilustración es válida en cuanto al punto que Señor Edmund Hilary estaba haciendo.