¡Son las pequeñas cosas las que nos molestan
y nos ponen en un cajón
te puedes sentar en la cima de la montaña
pero no te puedes sentar encima de un clavo!
Es increíble lo impaciente que puedo / podemos ser con los pequeños detalles molestos de la vida diaria. Algunas veces pareciere que estos nos molestan más que los problemas mayores.
¡Recuerden que las cosas que nos molestan no causan nuestra impaciencia, ellos solo la activan! Y que Dios desea que le hagamos frente a esto y lo solucionemos. El nos quiere arreglar de adentro hacia fuera para que así podamos aprender paciencia y toda otra virtud.
¡Tengan presente, sin embargo, que si no desean pasar por problemas y tribulaciones, no oren por paciencia! Esto es porque solo aprendemos al experimentar con aquello que nos molesta.
El crecimiento por lo general es lento. Así, que mientras aprenden a ser pacientes con otros, no olviden aprender a ser pacientes con ustedes mismos.
de: acts@actsweb.org