Una Señora a quien conozco tiene una hija adulta alcohólica que tiene treinta tantos años de edad, y todavía vive en casa. Cuando la hija sale y se embriaga demasiado para manejar a casa, ¿atina quien va a recogerla? Y cuando esta tan embriagada que no puede ir a trabajar y como resultado no puede hacer los pagos de su carro, ¿atina quien hace los pagos por ella? Tienes razón. Es su mama. Entonces, ¿cuál de las dos esta mas enferma?
Mientras la mama siga rescatando a su hija, la hija no tiene necesidad de enfrentar su problema y resolverlo. La mama es facilitadora y es parte de la enfermedad. Consejeros nos dicen que para cada alcohólico hay cuatro facilitadores codependientes. Estas personas ponen en cortocircuito las consecuencias naturales del comportamiento negativo o autodestructivo de alguien más.
Por mas difícil que parezca, llega un momento, cuando nada mas a funcionado, cuando el facilitador/a necesita soltarlo, dejar de rescatar a la persona que tiene el problema, y dejar que choquen. ¿Da miedo? Sí, pero es absolutamente esencial si la persona tiene alguna esperanza de recuperarse.
En general, es solo cuando una persona con problemas serios llega a lo más bajo, que es más probable de salir de la negación, admitir lo que es, y hacer algo para recuperarse. No hay garantía que haga esto, pero si no dejamos de rescatarlos, es seguro que NO buscaran la recuperación. No tienen necesidad de hacerlo. El hijo prodigo, de quien hablo Jesús, llego a entender solo cuando llego a los más bajo. El padre lo soltó para que esto pudiera pasar. Dios también nos permite a nosotros llegar a lo más bajo, para poder entender e ir a él para que nos ayude.
¿Hay alguien en tu vida quien necesitas soltar y encomendar a Dios? Esto no será la cosa más popular de hacer, pero es la cosa más amorosa que puedas hacer.
de actsweb.org